El pasado mes de abril, la Fuerza Aérea EE.UU. lanzó desde Cabo Cañaveral (Florida, EE.UU.) una pequeña nave no tripulada que despertó un gran interés por su extremo secretismo. El avión, denominado X-37B y conocido como «baby-shuttle», sobrevoló la Tierra durante 270 días con un motivo incierto y una misteriosa trayectoria que, irónicamente, pudo ser descubierta por astrónomos aficionados. La noche del sábado, los militares norteamericanosvolvieron a poner en órbita un segundo aparato experimental, el X-37B Orbital Test Vehicle 2, de nuevo sin dar detalles sobre la misión. Lo único que ha trascendido es que el avión probará sistemas y sensores de satélites.
X-37B Orbital Test Vehicle 2, de 9 metros de altura, despegó el sábado por la noche sobre un cohete Atlas 5 con un día de retraso sobre lo previsto por las malas condiciones meteorológicas. Se trata del segundo avión no tripulado de estas características que Estados Unidos lanza al espacio. El primero fue enviado al espacio la pasada primavera y aterrizó en California en diciembre de 2010. Los resultados de su trabajo permanecen como "material clasificado". Astrónomos aficionados descubrieron su trayectoria en varias ocasiones y aseguraron que había sobrevolado Afganistán, Pakistán, Corea del Norte e Irak, entre otros países, lo que podría convertirlo en un avión espía.
Totalmente autónomo
Los X-37B son aeronaves similares a los transbordadores espaciales aunque más pequeñas y totalmente autónomas. "No hay nadie controlando con un mando el vuelo desde la Tierra", afirmó el teniente coronel Troy Giese, al presentar el primer vuelo el pasado año. La Fuerza Aérea de EE.UU. no ha revelado más detalles sobre la misión de este avión robótico que podría pasar nueve meses en el espacio. El secretismo que rodea a estos aviones ha disparado las especulaciones en torno a que los «baby-shuttle» constituyan un paso adelante en lamilitarización del espacio.
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